domingo, 19 de febrero de 2012

NICARAGUA 1997 / Capítulo Cero

CAPÍTULO CERO

De Nicaragua antes de mi primer viaje yo conocía dos hechos a mi parecer que podían explicar en parte su claro subdesarrollo. En primer lugar, la existencia de Anastasio Somoza, un personaje de la misma calaña que Ferdinand Marcos, en Filipinas; Mobutu Sese Seko, en Zaire; o Teodoro Obiang, en Guinea Ecuatorial. Sátrapas que destinaron gran parte de la ayuda internacional al desarrollo a incrementar el número de sus cuentas corrientes en el extranjero. Por otro lado está la herencia del colonialismo con el reflejo de lo ocurrido en la Costa de los Miskitos. Los británicos decidieron explotar al máximo su producción de madera de primerísima calidad. Al darse por ésta terminada, no sólo los siervos de la Reina de Inglaterra se marcharon, sino que se llevaron consigo la única línea de ferrocarril existente en el país. Por la prensa internacional conocía también la actividad volcánica del pequeño país centroamericano, así como la calidad de la cerámica de origen precolombino y otros tipos de artesanía que allí podríamos encontrar. De personajes nicas sólo las revistas del corazón me percataron de la bella Blanca Pérez Macías, el verdadero nombre de Bianca Jagger, o sea la mujer de Nick Jagger, el cantante morrudo de los Rolling Stones, al que supo sacar suficiente dinero tras su divorcio como para convertirse en embajadora de buena voluntad de la Unicef.

El equipo de voluntarios de la delegación de la ONG Setem en Tarragona lo formábamos Ismael y su acompañante Albert; Núria, Marcel y yo mismo, que coincidía que éramos los tres residentes en Cambrils; Montse, que acabaría siendo la esposa de Marcel; la otra Montse, de Riudoms; y, Carmen, Amelia y Sonia, de Tarragona. Estaba previsto que nos dividiéramos en dos grupos: el más numeroso se quedaría en San Judas, en Managua, y unos pocos irían a Chagüite Blanco, en La Trinidad. Los de Managua íbamos a apoyar al equipo psico-social de la Escuela “Los Quinchos”, previniendo de la delincuencia y la prostitución, conociendo a su vez el trabajo realizado sobre el Grupo de Trabajadoras del Sexo y los Niños Trabajadores de la Calle.

La Escuela había sido fruto del fervor revolucionario pasado. Efectivamente había bebido reflexiones de la Teología de la Liberación que se reflejaban en su participación en determinadas reflexiones bíblicas y análisis de coyuntura política nacional e internacional de las que tomamos parte durante nuestra estancia en el país nica. La Comunidad de la Asunción que la gobernaba a su vez se sentía muy cercana al trabajo de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), y contaba con el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación y del Instituto de Bienestar Social del Gobierno de la República de Nicaragua.

“¡Ay Nicaragua, Nicaragüita…!; la flor más linda de mi querer; abromada por la bendita, Nicaragüita; sangre de Diriangén, yo os quiero mucho más”. Durante el concierto de Carlos Mejía Godoy, en el Palau de la Música de Barcelona, me acordaba de la Nicaragua Sandinista que había conocido a través de Kortatu, y de su único disco en vinilo que conservo en casa, junto al de los Fine Young Canivals. En los momentos que yo llegaba esa Nicaragua ya no era la misma ni yo era el mismo, tampoco.

Casi un año entero preparando el viaje. Primero, la entrevista con los delegados de la ONG Setem en Reus. Luego los tres fines de semana de preparación para el primer encuentro de voluntarios en Alella, cerca de Barcelona; las conferencias a las que asistimos, la venta de camisetas para abaratarnos los costes del viaje, las múltiples reuniones entre los miembros del grupo, pase de diapositivas para ir reconociendo el terreno, etc. Frecuentes visitas a la oficina de Viajes Ecuador para encontrar los billetes de vuelo, de la compañía Iberia, lo más ajustados posibles, también se encuentran en mi recuerdo.

Hoy ya lo habíamos dejado todo atrás. Y de nuevo, como casi siempre, un presagio, al pasar camino del aeropuerto de Barcelona pasamos por el Barri de La Trinitat de la ciudad condal. Trinidad se correspondería con uno de nuestros destinos en Nicaragua. Una ciudad que nos cuentan que se haya al noroeste del país, en la alta montaña, que cuenta con unos mil habitantes, cerca de Masaya, Matagalpa, San Andrés, Chacra Seca, León, Estelí… tantos nombres que nos suenan, junto al de la capital Managua, omnipresente, así como el otro destino conocido que es la Escuela de Quincho Barrilete o Los Quinchos, que comparten nuestra curiosidad de la misma forma que los comedores populares del barrio de San Judas, también conocidos como “las ollas”.

Dejamos Cambrils, Reus y Barcelona, y volamos por la noche desde Madrid a Managua, donde llegamos hacia su mediodía con ocho horas de diferencia, habiendo hecho escala en Miami, los Estados Unidos. Ha sido un día entero de viaje. Está previsto que nos recibe en tierra nica Luis que es el Subdirector del centro donde debemos colaborar. Llegaremos a una tierra soñada después del entreno a base de mojitos (preparados a base de ron, menta y extracto de limón) desde el otro lado del charco. Nicaragua resplandecerá ante mí, la patria de Sandino que luchó contra la impostura de Somoza. Una tierra, y su gente, que se habían alzado contra españoles, oligarcas, terratenientes, estadounidenses y sus propios dictadores, todos aliados entre ellos. Antes de aterrizar ya sé que me encontraré un país repleto de grandes montañas, frondoso, y también de grandes valles, con sus volcanes y terremotos, de inmensos cielos y puestas de sol, erupciones y vendavales, vacas y caballos; país de vaqueros y jinetes; de campesinos con sombrero ancho, vistiendo ropa clara y sencilla; país de café, fruta fresca y divina (entre ellos el delicioso mango); y país del frijol, como no. Todo ello acompañado por la música ranchera y fiestas populares por doquier. El sonido de las marimbas me adula ya, así como los preciosos trajes de colores y ondulaciones. Simplemente Lindo.

Llegamos en una época convulsa: dos fechas marcan nuestro calendario. En primer lugar, a principios de julio se produjo una revuelta estudiantil en León y Managua que ocasionó cincuenta heridos graves. Es por ello que el 18 de julio cientos de nicaragüenses saldrán a las calles de la capital para protestar contra el estallido de violencia policial desatado en las principales ciudades ante el miedo de que todo el país pueda recaer en un nuevo conflicto civil más grave. En la mente de todo nicaragüense descansa el periodo histórico recientemente vivido que va desde el 1979 al 1990 que pronto pasaremos a diseccionar. Los estudiantes siempre han sido la punta de lanza de cualquier choque entre las fuerzas sandinistas y los gobiernos conservadores, en este caso el de Arnaldo Alemán. Tras esta fecha una nueva y fuerte oleada de violencia y protestas, básicamente pacíficas, inundarían las calles de Managua, con una duración de varias semanas y un balance final de casi ciento cincuenta heridos. Aún otra fecha anima más a este tipo de acontecimientos, y ésta es la Celebración del Aniversario de la Revolución que cada 14 de Julio se produce en el país. Durante la misma, y dadas las circunstancias, en la concentración de Estelí se decide ocupar durante unas horas su aeropuerto en señal de fuerza.

NICARAGUA 1997 / Entrada

POEMAS DE JOSÉ ANTONIO, HIJO DE NUEVE AÑOS DE LA SECRETARIA MARGARITA, DE LOS QUINCHOS

La Rosa Blanca

Cultivo una rosa blanca
En julio como en enero
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca
Y para el cruel que me arranca el corazón
Con el que vivo.
Cardo, ni ortiga, cultivo:
Cultivo Rosa Blanca.


Elogio a la Naranja

Naranja del naranjal guardada como un tesoro
En tu casquete de oro eres naranja de naranjal.
Naranja llena de sol y grato jugo vital,
Naranja llena de sol, naranja del naranjal.


El Sapito

Nadie sabe dónde vive en la casa
Lo vio él y todos escuchamos al sapito
¿Vivirá en la chimenea?
¿Dónde diablos se escondió?
¿Dónde canta el sapito cuando él quiere?